Este sorprendente y mágico continente, cuna de las culturas inca y maya, atesora la Amazonia, la selva tropical más grande del mundo y el mayor pulmón del planeta.
Os proponemos que sigáis nuestros pasos y os alojéis en una cabaña árbol suspendida a 25 metros de altura sobre el río Amazonas para disfrutar de los delfines rosas, avistar por la noche a los caimanes blancos, caminar descubriendo plantas medicinales y visitar comunidades indígenas con las que compartir su tradicional modo de vida. Tras esta experiencia, creció nuestro respeto y amor por Pachamama.
Asimismo fue inolvidable la impresionante panorámica del Valle Sagrado de los Incas desde las cápsulas de Sky Lodge, un hotel colgante a 400 metros de altura al que se accede por una vía ferrata. Despertarse y ver amanecer desde una de sus cápsulas es único.
Para quien desee revivir con nostalgia los románticos y lujosos viajes en tren decimonónicos os proponemos subir a bordo del legendario tren Hiram Bingham para descubrir una experiencia de lo más exclusiva al igual que hicimos a nuestro regreso de Machu Picchu.
Conocimos a un chamán andino oficiando una ceremonia ancestral con los Andes como telón de fondo y también disfrutamos de la Pachamanca cocinada a la antigua usanza.
Las serenatas andinas nos acompañaron tanto en la montaña como en una recóndita isla del lago Titicaca que recorrimos conociendo a gente muy amigable y profundizando en la interesante cultura aymara. Visitamos una escuela local donde la sonrisa de los niños permanecerá siempre en nuestros corazones.
El desierto de Perú nos sorprendió y contar con Carlos, amigo y asistente técnico del Dakar, fue un privilegio. A bordo de su 4×4 pudimos comprobar su pericia conduciendo por aquellas altísimas dunas y fuimos espectadores de un atardecer precioso en aquel océano de arena.
Al anochecer contemplamos un bellísimo cielo repleto de estrellas desde una jaima en una remota localización, y vivimos el lujo de que un reconocido chef cocinara ‘in situ’ para nosotros. La gastronomía es sin duda un atractivo inmenso para visitar Perú, ya que su cocina es referente mundial.
En un viaje tan maravilloso no todo son emociones fuertes, y un gran broche final puede ser el relax en unas playas sorprendentes.
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Tuvimos la fortuna de descubrir algunos de los rincones más bellos de la Patagonia cruzando los Andes desde Chile hasta Argentina navegando en una travesía inolvidable.
En la Patagonia chilena nos alojamos en un lodge que fue protagonista de un reportaje de la BBC, porque ofrece actividades exclusivas como practicar Heliski en los volcanes circundantes.
También nos hospedamos en un glamping con unas vistas impresionantes a unos de los picos más sugerentes de la cordillera andina; desde allí realizamos varios trekking descubriendo lagos, fiordos, glaciares y paisajes de ensueño.
Otro alojamiento con encanto lo disfrutamos dentro de una reserva biológica, en un precioso hotel árbol inspirado en el mágico mundo de las hadas y en un hotel boutique con vistas frontales a un imponente y famoso volcán.
Tras conducir por la Ruta del Fin de Mundo de Chile conseguimos llegar hasta la región de Magallanes y la Antártica chilena, donde los pingüinos son algunos de sus habitantes más entrañables.
Y una experiencia aérea que nos encantó fue sobrevolar en helicóptero la Garganta del Diablo en las Cataratas de Iguazú.
Para los interesados en relajarse disfrutando en la playa, conocemos alojamientos boutique en Brasil. También tenemos propuestas para adentrarse en el maravilloso enoturismo chileno y argentino durmiendo entre viñedos y disfrutando de infinity pools con vistas impresionantes. Y para descubrir paraísos incluso más remotos, la Isla Robinson Crusoe e Isla de Pascua son destinos excelentes.
En Alaska fue inolvidable nuestro aterrizaje en helicóptero sobre un imponente glaciar que sólo es accesible por aire. Navegamos por los fiordos de Kenai en compañía de una bióloga marina que nos ilustró acerca de las orcas que se cruzaron a nuestro paso. Y otra experiencia única aérea es el avistamiento de osos, pudiendo tomar un hidroavión para contemplarlos pescando salmones.
Siempre recordaremos el sonido al fragmentarse del glaciar Aialik. Además de ser testigos sonoros tuvimos la fortuna de capturar fotográficamente ese breve pero mágico instante.
La recompensa de recorrer “la última frontera”, como se conoce a Alaska, es conducir por inolvidables paisajes sin cruzarte prácticamente con nadie. La cultura Inuit está muy presente tanto en Alaska como en Canadá, siendo Labrador y Baffin ejemplos remotos de toda la belleza que puede ofrecernos también el ártico canadiense.
Estados Unidos es otro destino aderezado con parques nacionales increíbles y paisajes sorprendentes, como el del Gran Cañón del Colorado visto desde un helicóptero o los glaciares y géiseres de Wyoming y Montana. Las experiencias que podéis vivir son incontables, como visitar ranchos, asistir a un partido mítico de la NBA, disfrutar del Mardi Grass y el jazz en directo en Nueva Orleans, una auténtica misa góspel, los mejores bagels de Nueva York o una cena con las mejores vistas de la ciudad…
Los adictos al shopping se verán tentados en los outlets de primeras marcas de Orlando y Miami, ambas ciudades ubicadas en Florida. Este estado americano es la capital de los parques temáticos y del golf, pero también ofrece alicientes naturales como los Cayos o sus hotsprings, sintiendo las estrellas más cercanas en el Kennedy Space Center.
También os podemos organizar una boda al más puro estilo Elvis Presley, o por supuesto descubriros lo mejores rincones de Hawai, muchos de ellos escenarios de series y películas famosas cuya vista aérea desde un helicóptero es un recuerdo imborrable.
En Costa Rica protagonizamos una cabalgata a caballo acompañados por un guía de la etnia Maleku para internarnos en una zona de selva poco conocida todavía, y entender por ejemplo el significado sagrado del ceibo para los guatusos, aprender sobre permacultura, o mediante una caminata nocturna poder descubrir la fauna que se encuentra más activa al anochecer.
Los momentos de relax fueron únicos en el jacuzzi privado de nuestra villa con vistas a la selva y en la piscina infinita con vistas al lago de Nicaragua en el horizonte. Navegando por el río cruzamos a Nicaragua y a nuestro regreso dormimos en una cabaña árbol donde los monos aulladores nos despertaban cada mañana.
Otros amaneceres y atardeceres inolvidables fueron los vividos en una villa impresionante con piscina privada en la cima de una isla con las mejores vistas del Golfo de Nicoya. Allí descubrimos el fenómeno de la bioluminiscencia. Como colofón también practicamos surf y yoga en un nuevo retreat a la orilla del mar que ofrece una inolvidable experiencia holística.
Para descubrir las mejores playas de Cuba sin el gentío turístico propio de muchos cayos decidimos alquilar un velero con capitán y cocinero a bordo. Tras una larga travesía por el archipiélago de los Canarreos descubrimos paraísos espectaculares, nadamos entre tiburones gato, disfrutamos de auténticos mojitos en alta mar, y de amaneceres y puestas de sol de una belleza casi irreal.
Aún recordamos la fiesta con música en vivo a la que nos invitaron en uno de los puertos donde atracamos. Bailamos hasta bien entrada la noche, sin poder evitar que nuestros pies volaran al son de aquella alegre música.
Tampoco faltaron momentos muy divertidos en los que me invitaron a cantar y bailar en el mítico Malecón de La Habana gracias a nuestro buen amigo José, que hizo de La Habana nuestro segundo hogar. Siempre recordaremos los paseos en auto clásico convertible por allí y por supuesto las experiencias campestres, en las que se nos mostró desde el arte de la fabricación artesanal de los puros hasta parajes de un intenso verdor.
En América también nos cautivó “la Polinesia mexicana”, destino con el que os sorprenderemos muy gratamente, así como con otras islas muy especiales y menos típicas de países como Belize, Santa Lucía, Turcos y Caicos, Saint Kitts and Nevis, los archipiélagos más bellos de Panamá o incluso islas privadas en Colombia o Nicaragua como Calala Island.
Conocemos con un gran despliegue de alojamientos de todo tipo, desde las encantadoras pousadas de Brasil hasta alojamientos overwater que quitan el hipo, ¡tendréis que frotaros los ojos para aseguraros que no es un sueño!
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