Es un inmenso y lejano continente que evoca misterio, poblado de sonrisas que brotan de forma espontánea brindando al viajero una cálida bienvenida para hacerle sentir como en casa.
El famoso lujo asiático es otro de sus innumerables atractivos que satisface incluso a los viajeros más sibaritas.
Hasta hace unas décadas no se permitía que los turistas entraran a Myanmar, el Reino del Mustang, la Ciudad Prohibida de Beijing o Bhutan. Este último país, a caballo entre lo ancestral e innovador, en la actualidad continúa sin apellidos ni semáforos.
El legado de la cultura milenaria asiática y la sabiduría encerrada en los viejos proverbios convive en perfecta armonía con la modernidad más puntera en urbes como Tokyo, Hong Kong o Shanghai.
En este continente podréis vivir experiencias inolvidables, como contemplar a los orangutanes de Borneo y seguir los pasos de Marco Polo en la Ruta de la Seda.
India encierra un exotismo y misticismo embriagador. Los sentidos despiertan a través de las especias, inhalando el perfume del incienso quemándose en sus antiguos templos, y con los coloridos saris y las danzas de serpientes y bailarinas.
En este país os seducirán sus palacios y monumentos de ensueño, y os podréis alojar en un auténtico palacio del Rajasthan. Podréis admirar su exuberante naturaleza surcando las aguas de Kerala a bordo de un auténtico backwater. Y para los yoguis y yoguinis una parada obligatoria en vuestro viaje transformador es Rishikesh.
Si queréis sentiros más cerca del cielo y rozarlo con los dedos, Nepal es el indiscutible techo del mundo, tierra de yaks y de múltiples mantras.
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Asistimos a una ceremonia budista privada de protección y bendición oficiada en una isla privada de Camboya. En Angkor descubrimos el místico mundo de las apsarahs. Y recorrimos el archipiélago de Koh Rong en busca de paradisíacas playas menos conocidas.
Otra propuesta que nos encanta es Japón. Os ofrecemos la posibilidad de pernoctar en un monasterio budista descubriendo sus sagrados bosques y de disfrutar del arte de maikos en una tradicional ceremonia del té.
Una experiencia muy especial que vivimos en Japón fue una impresionante cena kaiseki en un Ryokan que data de casi cuatro siglos de historia. Nos dieron la bienvenida con un sonoro gong y nos brindaron ropa tradicional para mimetizarnos más si cabe en el ambiente tan auténtico que se respiraba allí. Allí la atmósfera era de lo más relajante, ya que cuentan con un onsen tradicional a orillas del río al que accedíamos desde nuestra habitación para uso privado.
Y otra gran experiencia en el país del Sol Naciente tuvo lugar en una cabaña con vistas directas al emblemático Monte Fuji. Nuestro día allí comenzaba con una clase de taichi en pleno bosque. Por las noches los sonidos del bosque se mezclaban con el concierto de flautas y tambores tradicionales al que asistimos alrededor de una hoguera.
Tras nuestro paso por Vietnam organizamos trekkings alejados del turismo, basados en nuestra experiencia recorriendo bellos parajes entre terrazas de arroz acompañados por auténticas etnias como los dzao.
Conocimos como locales las distintas aldeas y mercados étnicos, donde el trueque es el protagonista entre los lugareños. Visitamos hogares y escuelas, y participamos en clases de cocina tradicional. ¡Podemos asegurar que la gastronomía de Vietnam es una de las mejores del continente asiático!
La Bahía de Halong es una de las maravillas que atesora Vietnam, y la recorrimos a bordo de una embarcación June Bahtra donde es posible practicar taichi al amanecer, disfrutar sobre un kayak de sus aguas esmeraldas repletas de formaciones rocosas kársticas, o simplemente relajarse con un masaje de aceites esenciales. Por el mítico Delta del Mekong navegamos en un xanpan privado y recorrimos en bici bellísimos parajes.
Vietnam también es conocido por sus sastres y sus tejidos de calidad exquisita. En este país contamos con un amplio elenco de profesionales a vuestra disposición para hacer realidad vuestro atuendo soñado, y también podréis recurrir a los servicios de una personal shopper.
Os sorprenderemos con lugares únicos y con alojamientos tan exclusivos que harán del lujo asiático toda una experiencia que podréis vivir en primera persona.
Sri Lanka es cuna de la medicina ayurvédica, de enclaves sagrados y antiguos templos. Os recomendaremos lugares donde sanar cuerpo y alma en parajes de belleza sin igual que pudimos descubrir por la invitación de Resplendant Ceylon y al equipo de Ceylon Tea Trails, que nos cuidó con tanto cariño y esmero.
Gracias a ellos pudimos despertar entre campos de té, en un cottage de estilo colonial en el que disfrutamos de una inmersión en el mundo del té al más alto nivel. Otro deleite para los sentidos se vive en el trayecto entre Nuwara Eliya y Ella, que se ha calificado como uno de los recorridos escénicos en tren más bellos del mundo.
En el festival de Esala Perahera podréis revivir antiguas tradiciones, en los safaris tendréis la suerte de conocer al protagonista indiscutible de la fauna del país, el leopardo, o en sus montañas de ensueño tendréis la oportunidad de alojaros en una villa exclusiva para practicar senderismo, yoga y terminar con un relajante masaje shirodhara.
Asia cuenta con unas playas paradisíacas donde además del relax de disfrutar de masajes aromáticos en alojamientos muy top y de románticas cenas a la luz de las velas, también hay espacio para las actividades acuáticas.
Los atolones de Maldivas son un paraíso acuático para los amantes del buceo. Allí nadamos entre tortugas y enormes mantas rayas, y tuvimos la suerte de disfrutar de esta belleza marina desde una nueva perspectiva, la que nos brindó el viaje en hidroavión.
En Filipinas es posible nadar con tiburones ballena, y en Indonesia hay otro paraíso acuático, Raja Ampat. Disfrutar de los caballos salvajes de Sumba y que la arena rosa de Pink Beach envuelva tus pies en la puesta de sol son experiencias que sin duda recordaréis siempre.
Jordania, Cisjordania e Israel nos sorprendieron con momentos mágicos imposibles de olvidar. Jordania es mucho más que el famoso Tesoro de Petra o incluso que Wadi Rum, uno de los desiertos más bellos del planeta. Tuvimos la inmensa suerte de recorrerlo junto a Nizar, un reconocido corresponsal de guerra e historiador que ha trabajado como guía para personalidades internacionales de diferentes ámbitos, y gracias a él nuestro paso por Jordania fue más especial.
Destacamos momentazos como disfrutar en privado de una cena beduina en un remoto promontorio del desierto de Wadi Rum durante la puesta de sol. Dormimos en una burbuja transparente con jacuzzi climatizado desde el cual contemplamos las estrellas al anochecer. Y al amanecer, la mejor manera de comenzar el día es meditar con los pies descalzos hundidos en la arena del desierto, mientras una profunda sensación de paz invade tu alma.
También disfrutamos del mejor spa de Oriente Próximo durante nuestra estancia en el Mar Muerto. Caminamos por la histórica Jerash imaginando su antiguo esplendor y nos deleitamos con cada uno de los antiquísimos templos que atesora Jordania.
Lugares históricos y muy espirituales son Betania, Belem y por supuesto, Jerusalem. Indescriptible la sensación al recorrer su amalgama de barrios (judío, armenio, cristiano y árabe), tiene una energía especial que se palpa en todo momento. Y como colofón del viaje, un anillo de plata que portaba una bellísima aventurina azul, la piedra de las estrellas… ¿Destino o causalidad?
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